2007-06-03

Cancer y Dieta: Estudios Clinicos sobre Alimentacion




Ranking: 20%
Múltiples estudios clínicos confirman lo bien adaptados que seguimos estando a los vegetales que consumimos durante millones de años, y lo dañino que resultan para nosotros - aún ahora - los alimentos que aprendimos a consumir en los últimos centenares de miles de años.
Los procesos evolutivos son procesos que a veces son muy rápidos y otras veces muy lentos.
Nosotros sugerimos que toda la evolución es guiada por una inteligencia propia de la Vida, y que esta evolución no ha terminado ni mucho menos.
Los datos que presentamos parecen indicar que, si bien en el pasado tuvimos un período de consumo de carne, ésa no fue la etapa final a la que estábamos destinados.

Estos estudios clínicos fueron tomados al azar de Google Scholar en relación a dieta y cáncer. Cualquier búsqueda en este sentido dará los mismos resultados: los alimentos beneficiosos para la prevención del cáncer son las frutas y verduras, mientras que los cancerígenos son todos aquellos que consumimos en grandes cantidades desde hará unos 200.000 años y que no estuvieron presentes de esa manera en la historia evolutiva de los pre homínidos, homínidos y del hombre primitivo durante los previos 4.000.000 de años.
A la vez - y esto es lo impresionante - estos mismos alimentos "artificiales" son los que más daño causan a la Naturaleza y más sufrimiento causan a los animales domesticados.

Para facilitar la lectura de las conclusiones, los alimentos relacionados con el cáncer están en rojo, mientras que los alimentos que disminuyen las posibilidades de contraer cáncer están en verde. Los alimentos que probaron ser neutros, en azul.

Vegetales y frutas y riesgo de cáncer de estómago

OBJETIVO: El cáncer de estómago es la segunda causa más común de cáncer en Lituania y en la mayoría de los países del mundo. No obstante, no hay reportes de estudios epidemiológicos de cáncer de estómago en Lituania. Por lo tanto, se llevó a cabo un estudio hospitalario de casos y controles en orden de evaluar las asociaciones entre vegetales y frutas y el riesgo de cáncer de estómago. MATERIALES Y METODOS: Estudio hospitalario de casos y controles incluyendo 379 casos con diagnóstico de cáncer de estómago recientemente diagnosticados histológicamente, y 1137 controles sin cáncer ni enfermedades estomacales. Casos y controles fueron emparejados por género y edad (+/-5 años). Información sobre variable demográficas, historia familiar de cáncer, hábitos de estilo de vida, tales como la dieta, fumar, consumo de alcohol, y actividad física, fueron recolectados con un cuestionario. Conditional logistic regression was used to compute the odds ratio (OR) and their 95% confidence intervals (CI). RESULTADOS: Luego del ajuste para otros items (vegetales, frutas, diferentes tipos de carne, carne procesada y pescados, lácteos y productos con almidón, café, té verde), que fueron relacionados al resultado, fumar, uso de alcohol, historia familiar de cáncer, nivel de educación y residencia, el riesgo de cáncer de estómago fue inversamente asociado con el consumo de vegetales crudos tales como el repollo (OR=0.24; 95% CI=0.10-0.57; > OR=1-3 veces/mes vs. casi nunca). zanahoria (OR=0.42, 95% CI=0.20-0.86; 1-6 veces/semana vs. casi nunca) y ajo (OR=0.59, 95% CI=0.37-0.96; 1-6 veces/semana vs. casi nunca). El efecto protector ha sido observado para el consumo de broccoli (OR=0.52, 95% CI=0.28-0.98; 1-4 veces/semana vs. < or="1-3" style="color: rgb(51, 51, 255);">cítricos y otras frutas. En conclusión, el mayor consumo de vegetales crudos tales como el repollo, zanahorias, ajos, así como el broccoli, pueden disminuir el riesgo de cáncer de estómago, mientras que la ingesta de frutas cítricas no tiene relación con una reducción del riesgo de la enfermedad.

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Dieta y Cáncer de Laringe

Además del tabaco y del alcohol, se ha pensado que la dieta está asociada al riesgo de cáncer de la laringe. De esta manera, analizamos el rol de varios grupos de comida, así como de grasas de aderezo específicos, en un estudio de casos y controles llevado a cabo en el norte de Italia y el cantón suizo de Vaud desde 1992 al 2000. Nuestro estudio incluyó 527 incidentes, casos histológicamente confirmados, y 1.297 controles emparejados por frecuencia, seleccionados entre pacientes admitidos en los mismos hospitales como casos de condiciones no neoplásicas agudas, sin relación con el fumar, consumo de alcohol y modificaciones a largo plazo de la dieta. La dieta usual de los sujetos fueron investigados a través de un cuestionario validado de frecuencia de comidas, incluyendo 78 comidas y bebidas. Odds ratios (OR) y el 95% de con itervalos de confianza (CI) fueron estimados usando modelos de regresión logística múltiple incondicionales. Luego del ajuste para los factores de confusión mayores, una significativa tendencia de aumento de riesgo fue observado para los huevos (OR = 1.7 para el quintil más alto comparado con el más bajo), carne roja (OR = 3.1) carne procesada (OR = 1.7), pescado (OR = 1.6) y azúcares (OR = 1.6). Asociaciones inversas significativas fueron observadas para las legumbres (OR = 0.7), vegetales crudos (OR = 0.2), vegetales cocidos (OR = 0.3), frutas cítricas (OR = 0.6) y otras frutas (OR = 0.5). En relación a las grasas de aderezo, una significativa reducción de riesgo de cáncer se observó para el aceite de oliva (OR = 0.4) y aceites de semillas específicas (OR = 0.6), mientras que aceites de semilla mezclados fueron directamente asociados con el riesgo de cáncer laríngeo(OR = 2.2). Nuestro estudio sugiere que el aumento de vegetales y frutas, la disminución del consumo de carne, y quizás la sustitución de los lípidos para aderezo por aceite de oliva y aceites de semillas específicas pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer laríngeo.

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Vegetales y frutas y cáncer pancreático

El cáncer pancreático es uno de los más devastadores y rápidamente fatales cánceres, y aún se conoce poco acerca de su causa primaria y la prevención de esta enfermedad.

Llevamos a cabo un estudio de casos y controles de población para investigar la asociación entre vegetales y frutas y el cáncer pancreático.

Entre 1995 y 1999, 532 casos y 1,701 controles emparejados por edad y sexo, completaron entrevistas directas usando un cuestionario semicuantitativo de frecuencia de comidas. No se llevaron a cabo entrevistas a apoderados.

Observamos asociaciones inversas entre el consumo de vegetales y frutas específicos y totales y el riesgo de cáncer pancreático.

La razón de posibilidades y el 95% de intervalo de confianza para el mayor versus el menor cuartil del total de ingesta de vegetales fue 0.45 (0.32-0.62), tendencia P < style="font-weight: bold; color: rgb(0, 153, 0);">frutas y jugos de frutas fue 0.72 (0.54-0.98), tendencia P = 0.06.
Razones de posibilidades e intervalos de confianza del 95% para el mayor versus el menor cuartil de vegetales y frutas específicos fueron:
  • 0.63 (0.47-0.83) para los vegetales de hojas oscuras,
  • 0.76 (0.56-1.0) para vegetales crucíferos,
  • 0.59 (0.43-0.81) para vegetales amarillos,
  • 0.56 (0.41-0.76) para zanahorias,
  • 0.51 (0.38-0.70) para porotos,
  • 0.46 (0.33-0.63) para cebollas y ajo, y
  • 0.78 (0.58-1.0) para cítricos, frutas y jugos.
Comparado con menos de cinco porciones por día de vegetales y frutas totales combinadas, el riesgo del cáncer pancreático fue de 0.49 (0.36-0.68) para más de nueve porciones por día. Estos resultados sugieren que el aumento del consumo de vegetales y frutas, ya recomendados para la prevención de muchas otras enfermedades crónicas, puede impartir alguna protección contra el desarrollo de cáncer pancreático.

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Diferencias regionales en cáncer gástrico en Italia

Un estudio de casos y controles fue realizado en áreas de alto y bajo riesgo en áreas de Italia para evaluar las razones de las llamativas variaciones geográficas en mortalidad por cáncer gástrico (CG) dentro del país.
Las entrevistas personales con 1016 casos de CG histológicamente confirmados, y 1159 controles de población de similar edad y sexo, revelaron que los pacientes eran más frecuentemente de clases sociales más bajas, y residentes en áreas rurales, y reportaron más frecuentemente un historial familiar de cáncer gástrico (pero no otros) cáncer. Luego de ajustes para estos efectos, las diferencias de casos y controles fueron hallados para muchas variables dietarias, evaluados a través de preguntas acerca de la frecuencia usual de consumo de 146 items de comidas y bebidas.
Una significativa tendencia de aumento de riesgo de CG fue hallado con el aumento del consumo de sopas tradicionales, carne, pescado salado/frito y una combinación de embutidos y quesos sazonados. El hábito de añadir sal y la preferencia por comidas saladas fueron asociados a un elevado riesgo de CG, mientras que, más frecuentemente, el guardar comidas en el refrigerador, y la disponibilidad de un freezer y el uso de comidas congeladas disminuyeron el riesgo.
La reducción del riesgo de CG fue asociado con el aumento de la ingesta de vegetales crudos, frutas frescas y frutas cítricas. Un menor riesgo también se relacionó con el consumo de especias, aceite de oliva y ajo. Ni el fumar cigarrillos ni el tomar bebidas alcohólicas fueron relacionados significativamente al riesgo de CG. Las diferencias casos-controles tendieron a ser consistentes a través de las áreas geográficas, a pesar de las marcadas variaciones regionales en los niveles de ingesta de ciertas comidas. Las áreas de alto riesgo tendieron a mostrar un alto consumo de comidas asociados al riesgo elevado (sopas tradicionales, embutidos) y menor consumo de comidas asociadas a riesgo reducido (vegetales crudos, frutas cítricas, ajo). Nuestros descubrimientos indican que los factores dietarios contribuyen a la variación regional de ocurrencia del cáncer de estómago en Italia, y ofrece claves para una posterior investigación etiológica y de prevención.

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Vegetales, Frutas, y Nutrientes Relacionados y Riesgo de Cáncer de Mamas: Un Estudio de Casos y Controles en Uruguay

Alvaro Ronco, Eduardo De Stefani, Paolo Boffetta, Hugo Deneo-Pellegrini, Maria Mendilaharsu, Félix Leborgne

Para evaluar si el efecto protector asociado a los vegetales y frutas en cáncer de mamas puede ser explicado por nutrientes y substancias bioactivas presentes en estos alimentos vegetales, llevamos a cabo un estudio de casos y controles en el Uruguay, incluyendo 400 casos y 405 controles. La ingesta de vegetales, frutas, y nutrientes relacionados fue estimado con un cuestionario de frecuencia de alimentos de 64 items. Este cuestionario permitió el cálculo de la ingesta total de energía, y los nutrientes fueron ajustados por caloría por el método de residuales. La razón de posibilidades para las variables del estudio fueron estimados por regresión logística múltiple incondicional. Total de vegetales, total de frutas, fibra dietaria, vitamina C, vitamina E, licopene, folatos, e ingesta total de fitosterol fueron inversamente asociados con riesgo de cáncer de mamas [4to. cuartil de razón de posibilidades para el total de ingesta de vegetales = 0.41, 95% de intervalo de confianza = 0.26-0.65, (tendencia) = 0.004]. La asociación con la ingesta total de vegetales no fue independiente de la ingesta de licopene. Los resultados relacionados con la ingesta de vegetales y nutrientes son consistentes con los efectos antioxidantes y antiestrogénicos. Esto puede ser mediado, entre otros nutrientes, por la fibra dietaria y la ingesta de licopene. El papel de otros fitoquímicos no medidos correlacionados con fibra dietaria e ingesta de licopene, no pueden ser descartados.

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Hábitos de comida y cáncer pancreático: un estudio de casos y controles de la comunidad francófona en Montreal, Canadá

P Ghadirian, J Baillargeon, A Simard and C Perret
Hopital Hotel-Dieu de Montreal, Department of Nutrition, Faculty of Medicine, University of Montreal, Quebec, Canada.

En un estudio de cáncer pancreático y nutrición de casos y controles basado en la población francófona de Montreal (Quebec, Canada), un total de 179 casos y 239 controles emparejados por edad, sexo, y lenguaje (francés) fueron entrevistados entre 1984 y 1988. Datos sobre hábitos de comida, métodos de preparación y preservación de comidas, e información relacionada, fueron obtenidos a través de un cuestionario.

El estudio halló un aumento del riesgo de cáncer pancreático asociado a un alto consumo de sal [riesgo relativo (RR) = 4.28; 95% (CI) = 2.20-8.36], carne ahumada (RR = 4.68; CI = 2.05-10.69), comida deshidratada (RR = 3.10; 95% CI = 1.55-6.22), comida frita (RR= 3.84; 95% CI = 1.74-8.48), y azúcar refinada (RR = 2.81; 95% CI = 0.94-8.45).

Una asociación inversa fue encontrada con el consumo de comidas sin conservantes ni aditivos (RR = 0.08; 95% CI = 0.01-0.59), comidas crudas (RR = 0.28; #95% CI = 0.01-0.59), y comida preparada con presto o cocinados a presión (RR = 0.35% 95% CI = 0.15-0.81), electricidad (RR = 0.30; 95% CI = 0.90), o horno microondas(RR = 0.56; 95% CI = 0.34-0.92).

Cocinar con leña fue asociado con un significativo aumento del riesgo de cáncer pancreático (RR = 4.63; 95% CI = 1.15-16.52). Los resultados de este estudio sugieren que los hábitos pueden jugar un importante papel en la etiología del cáncer de páncreas entre los canadienses franceses en Montreal, mientras otros hábitos de comidas pueden reducir el riesgo de esta enfermedad.

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Vegetales Crudos versus Cocidos y Riesgo de Cáncer

Lilli B. Link1 y John D. Potter2

1 Cancer Epidemiology, Mailman School of Public Health, Columbia University, New York, New York and 2 Public Health Sciences Division, Fred Hutchinson Cancer Research Center, Seattle, Washington

Requests for reprints: Lilli B. Link, Cancer Epidemiology, Mailman School of Public Health, Columbia University, 600 West 168th Street, Box 43, New York, NY 10032. Phone: 212-305-9114; Fax: 212-305-9413. E-mail: lbl10{at}columbia.edu

Esta revisión de la literatura médica desde 1994 al 2003 resume la relación entre los vegetales crudos y cocidos y el riesgo de cáncer y examina si pueden afectar el riesgo de cáncer distintamente. Veintiocho estudios examinaron la relación entre vegetales crudos y cocidos y el riesgo de varios cánceres. Veintiún estudios evaluaron vegetales crudos, pero no cocidos, y el riesgo de cáncer. La mayoría de éstos evaluaron el riesgo de cáncer oral, faríngeo, laríngeo, esofágico, pulmonar, gástrico, y colorectal. La mayoría mostró que los vegetales, crudos o cocidos, están inversamente relacionados con estos cánceres. Sin embargo, resultados más consistentes fueron hallados para los cánceres orales, faríngeos, laríngeos, esofágicos, y gástricos. Nueve de los 11 estudios de vegetales crudos y cocidos mostraron una significativa relación inversa de estos cánceres con los vegetales crudos, pero sólo 4 con los vegetales cocidos. Los pocos estudios de cáncer de mamas, pulmonar, y colorectal también sugirieron una relación inversa tanto con los vegetales crudos y cocidos, pero estos resultados fueron menos consistentes. En los dos estudios de cáncer de próstata, no hubo asociación entre vegetales crudos y cocidos. Uno de cada dos estudios de cáncer de vejiga hallaron una relación inversa con vegetales cocinados, pero no crudos. Los posibles mecanismos por los cuales la cocina afecta la relación entre vegetales y riesgo de cáncer incluyen cambios en la disponibilidad de algunos nutrientes, destrucción de enzimas digestivas, y alteración de la estructura y digestibilidad de la comida. Tanto el consumo de vegetales crudos como cocidos están inversamente relacionados con los cánceres epiteliales, particularmente aquellos del tracto gastrointestinal superior, y posiblemente cáncer de mamas; sin embargo, esta relación puede ser más fuerte para los vegetales crudos que para los vegetales cocidos

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