2007-10-07

Personalidad Adictiva: Trazos Comunes


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Confirma que tanto el consumo de substancias que nuestro cuerpo no reconoce debido a su historia evolutiva, así como una vida alejada de la Naturaleza, producen un estado de desequilibrio crónico, total, en nuestro cuerpo. Ese desequilibrio crónico es la adicción, probablemente la causa original del resto de las grandes enfermedades que aquejan a la humanidad de hoy: obesidad, cáncer, depresión, etc.

Por BRYCE NELSON

¿Quién es el adicto? Con cada comunidad de la nación sufriendo tragedias adictivas - con muchos millones de americanos adictos al alcohol y a las drogas, solamente - legiones de científicos se preguntan: ¿Qué aspectos de lo psicológico contribuyen a la adicción? ¿Existen hilos comunes que pasan a través de todas las adicciones, desde drogas pesadas a cigarrillos, desde apostar hasta comer en exceso?
Es parte de un esfuerzo muyo mayor que ya ha visto progresos en la comprensión de la química de la adicción, al aislar los bioquímicos las substancias químicas y mecanismos por los cuales el cerebro se da a sí mismo placer. Y toda la variedad de investigaciones de la adicción ha llevado a comprensiones que apoyan a una profusión de terapias. Aunque algunos de ellos guardan grandes promesas, todas se benefician de un creciente entendimiento de la personalidad adictiva.
A pesar de la amplia diferencia entre una adicción a las drogas y una adicción al juego, algunos expertos de la salud mental hallan útil ver a la adicción como incluyendo todas las conductas autodestructivas y compulsivas. Algunos aún van tan lejos que incluyen la actividad relativamente benigna de mirar televisión compulsivamente.


Al reunir mucho del conocimiento existente sobre el papel de la personalidad en las adicciones, con un énfasis en las drogas y el alcohol, un nuevo estudio preparado por la Academia Nacional de Ciencias concluye que no existe un solo marco de características psicológicas que abarque todas las adicciones. Pero el estudio ve elementos comunes de adicción en adicción.
El reporte encuentra que hay muchos "factores significativos de la personalidad" que pueden contribuir a la adicción:

  • Conducta impulsiva, dificultad en posponer la gratificación, personalidad antisocial y predisposición hacia la búsqueda de sensaciones.
  • Un alto valor de no conformismo, combinado con un débil compromiso con las metas valoradas por la sociedad.
  • Un sentido de alienación social y tolerancia general por las desviaciones.
  • Un sentimiento de estrés aumentado. Esto puede explicar por qué la adolescencia y otros períodos estresantes de transición están frecuentemente asociados a los problemas más severos de drogas y alcohol.

El autor del estudio, Alan R. Lang, un profesor psicólogo de la Florida State University, cree que la búsqueda continua de los trazos de personalidad que juegan un papel en el desarrollo de adicciones es una parte esencial de lucha más amplia contra la adicción, una opinión compartida por otros familiarizados con este campo. "Si podemos identificar mejor los factores de la personalidad," dijo en una entrevista, "ellos nos pueden ayudar a idear mejores tratamientos, y puede abrir nuevas estrategias para intervenir y quebrar los patrones de la adicción"
Además, el Dr. Lang cree que las visiones profundas provenientes de esta clase de investigaciones, pueden conducir a programas preventivos muchos más efectivos que aquellos que están disponibles hoy, para ser utilizados "antes de que los problemas alcancen la etapa crítica." Suplementando los factores de personalidad listados en el reporte de la academia, otros científicos conductistas que han estudiado a los adictos apuntan a características adicionales encontradas frecuentemente en la personalidad o antecedentes - falta de autoestima, marcada depresión o ansiedad, abuso físico o sexual en la niñez, y expectativas agudamente conflictivas de los padres.

La Aproximación Inclusiva
La amplia aproximación a la adicción es tomada por Lawrence J. Hatterer, un profesor clínico asociado de psiquiatría en Cornell University Medical College, quien escribió en su libro "El Placer Adicciona" (Barnes) que "la conducta adictiva ha invadido cada aspecto de la vida americana de hoy. Todos sentimos la nube de preocupación acerca de volvernos adictos - preocupación por el peso, fumar, beber demasiado, o ser atrapado en un exceso de gastos, adquisiciones, apostar, sexo o trabajo."
Entre otras actividades que, hechas en exceso, han sido caracterizados como conductas adictivas, está el consumo de cafeína, ingestión de chocolates u otros alimentos cargados con azúcar, mirar televisión, jugar a los video games, e incluso correr.
Pero no todas las adicciones son igualmente dañinas ni todas las conductas que pueden llevar a la adicción necesariamente lo hacen. Aunque el Dr. Hatterer está entre aquellos que arguyen que las adicciones de todas clases son similares, él encuentra útil clasificar el abuso de alcohol, barbitúricos y narcóticos como "adicciones pesadas," a causa de la rapidez con el cual dichas substancias afectan muchos aspectos de la conducta, e influyen adversamente a muchas personas alrededor del abusador. El Dr. Hatterer llama a las conductas compulsivas como el fumar en exceso, apostar, trotar, gastar o trabajar como "adicciones suaves"
Ninguna de esas actividades son consideradas como adicciones por el Dr. Hatterer, a menos que involucren excesivo, repetitivo uso de actividades placenteras para enfrentar a conflictos internos inmanejables, presión y stress. Mientras tales actividades pueden comenzar placenteramente en la vida de una persona, el proceso en el adicto involucra una actividad creciente para conseguir el mismo efecto, y eventualmente resulta en heridas a la salud de la persona, o a su trabajo, familia, y relaciones sociales. La persona adicta típicamente niega que su actividad lo afecta en forma detrimental. Si el adicto es forzado a parar, descubre que sufre de dolores físicos o psíquicos por la abstinencia, y frecuentemente se siente compelido a retomar su patrón de excesos.

La Compulsión es una Clave
La moderación es la característica distintiva. La mayoría de los bebedores no se vuelven alcohólicos, y la mayoría de los que trotan no se vuelven adictos al trotar. Sin embargo, si el corredor está usando compulsivamente esta actividad para enfrentarse a conflictos internos irresueltos, al punto que causa daño a su cuerpo o destruye su trabajo y relaciones familiares, entonces ha caído víctima de una conducta adictiva. Se ha vuelto tan dependiente del "vuelo" físico que obtiene de su omnipresente trotar que no puede enfrentarse con las dificultades que le está causando.
Viento las características comunes en la conducta compulsiva, el Comité para el Abuso de Substancias y Conducta Habitual de la academia nacional ha explorado recientemente la dependencia de los opiáceos, alcohol, fumar, al comer en exceso, juego y televisión.
El reporte de la comisión, a ser publicado en Febrero, contiene la sección sobre la personalidad adictiva, por el Dr. Lang. El basa su revisión largamente en estudios sobre abusadores de alcohol y drogas, áreas en las que el estudio preponderó. Sobre la base de estos estudios y su propia investigación, el Dr. Lang concluye que "no hay una simple, única entidad de la personalidad que es necesaria y suficiente condición para el uso de substancias."

Misma Droga, Diferentes Adicciones
Las razones para esto incluye el hecho de que la misma droga puede afectar a las personas en forma diferente, y que todas las drogas satisfacen distintas necesidades en distintas personas. Entre los que abusan del alcohol, por ejemplo, el reporte de la academia halló que la investigación se focalizó en dos tipos: primero, el ansioso y deprimido neuróticos que puede tomar para matar su pena psicológica; segundo, la personalidad antisocial inestable que bebe para excitarse o buscando una sensación.
Aunque la contribución del Dr. Lang enfatiza el alcohol y las drogas, el resto del reporte no evadió profundizar en la conducta adictiva que involucra mirar televisión y comer en exceso. De acuerdo a Charles P. O'Brien, un miembro del comité y jefe de psiquiatría y cabeza del centro de estudios de la adicción en el Veterans Administration Medical Center de Filadelfia, el comité de la academia halló que diferentes tipos de adictos "recuerda a los otros de varias maneras."
El Dr. O'Brien dijo que las personas en todas esas adicciones necesitan progresivamente mayores cantidades de estimulación para satisfacer sus necesidades, y desarrollan síntomas de abstinencia al ser privados de su actividad adictiva. El también notó que los adictos a una actividad pueden cambiar a otra al ser privados de la oportunidad de participar en su adicción original.
El Dr. O'Brien dijo que hay importantes similitudes en las características de la personalidad de las adicciones estudiadas, incluyendo tendencias a la depresión, conducta dependiente, y dificultad en formular metas personales a largo plazo, a causa de la concentración en metas de corto plazo.
Mientras la personalidad juega una parte significativa en la conducta adictiva, los académicos conductistas frecuentemente notaron que las adicciones son un producto de la interrelación sutil entre factores sociales y factores psicológicos, así como de componentes psicológicos - y una comprensión de la mezcla exacta sigue siendo elusiva. Cambiando de Adicciones
Ciertamente, la disponibilidad de drogas, y las actitudes sociales y legales hacia ellas, juegan importantes roles sobre el desarrollo y continuación de las adicciones. Por ejemplo, un estudio sobre los veteranos adictos a la heroína en Vietnam indicó que solamente el 8% de ellos continuaron con la adicción luego de retornar a los Estados Unidos. Pero muchos de aquellos que pararon de usar heroína tuvieron problemas al regresar a casa con una droga más ampliamente disponible en los Estados Unidos: alcohol. Esta observación da apoyo a aquellos que ven a los trazos de la personalidad jugando una parte en el cruce de una adicción a otra.
La disponibilidad de las drogas y el estrés ocupacional ayudan a explicar por qué "los médicos tienen el mayor índice de adicción a los opiáceos de cualquier otro grupo," de acuerdo al Dr. O'Brien. El también notó que los médicos tienen altos índices de abuso del alcohol y fármacos de prescripción para el control de los estados anímicos. Charles Winick, un sociólogo de la City College de New York, también relacionó la disponibilidad y el estrés a altos índices de dependencia de fármacos entre los médicos, particularmente psiquiatras y cirujanos.
Ya que la mayoría de las personas no se vuelve adicta, ¿qué es lo que se conoce sobre el perfil "no adicto"? Dr. Robert B. Millman, director del Servicio para el Abuso de Drogas y Alcohol en la Payne Whitney Psychiatric Clinic del New York Hospital describe que los mejores candidatos para este grupo son "aquellas personas que tienen familias fuertes, a menudo con antecedentes religiosos, y que tienen buenas relaciones sociales." Los expertos dicen que la juventud que tiene relaciones positivas con sus pares y con adultos tiene menor probabilidad a caer presa de la adicción a las drogas que el solitario antiautoritario que se desempeña por debajo de su potencial.
Aunque ninguno puede decir con certeza qué clase de familia tiene más probabilidades de producir un adicto, muchos expertos en salud mental tienen fuertes puntos de vista sobre la materia. Por ejemplo, León Wurmser, un psiquiatra, profesor y ex director del Programa de Abuso del Alcohol y Drogas en la University of Maryland School of Medicine, notó que los niños potencialmente adictos pueden muy bien haber sido abusados físicamente por los padres, quienes frecuentemente son ellos mismos dependientes de drogas o alcohol. El notó que se les ha mentido frecuentemente a los niños, han sido avergonzados y humillados por padres que actúan de una manera altamente inconsistente.
"La madre puede apoyar algo que el padre desaprueba fuertemente, o un padre puede decirle algo al chico hoy y lo opuesto mañana," dice.
Este legado de brutalidad "deja al niño con una rabia sin esperanza," dice el Dr. Wurmser. El no ve la autoridad, que ha sido representada por los padres, como algo que deba ser respetada, sino como algo caprichosamente cruel. El niño se puede sentir completamente fuera de control y es atormentado por sentimientos de violencia hacia los que le rodean. Para él, el uso de narcóticos puede ser una manera de tratar de suprimir los sentimientos altamente agresivos que pueden resultar de su trauma temprano.
El Dr. Hatterer coincide que la crueldad con los niños a menudo contribuye a una adicción, más tarde; dice que la mayoría de los adictos de todas clases que han sido vistos en esta práctica han sido abusados físicamente cuando eran niños. El Dr. Hatterer también comparte el punto de vista del Dr. Wurmser que la conducta parental inconsistente forma a muchas personas adictas.

Peligros de la Inconsistencia
"Cada adulto adicto que he tratado, ha relatado un exceso de inconsistencias o de privaciones o de sobreindulgencias en la vida temprana. Ha habido cambios de mucho a muy poco amor, protección, o disciplina," escribió el Dr. Hatterer. También hubo instancias frecuentes de "cambios marcados desde el discurso irreal a la conducta destructiva hipercrítica."
Mientras los científicos conductistas coinciden con que el problema de la adicción es amplio y profundo, algunos apuntan que la preocupación acerca de todas las substancias potencialmente adictivas puede estar fuera de lugar. Por ejemplo, Dr. Lang, el autor del estudio académico sobre la personalidad adictiva, escribió que algunas de la evidencias que él estudió "sugieren que la total abstinencia del alcohol puede indicar una estructura de personalidad tan rígida que es tan malo para la adaptación como el problema de la bebida en sí misma."