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Confirma lo que decimos sobre el modo de vida primitivo de nuestros antepasados: andariego dentro de un mismo ambiente, con abundancia de alimentos vegetales crudos y (posiblemente) algún alimento animal en forma ocasional, con gran variedad de frutas, semillas, tallos, raíces y hojas.
Mientras mejor podamos reproducir este estilo de vida firmemente establecido en nuestros genes, más salud tendremos, siempre considerando - además - la evolución futura que nos espera. Esta evolución futura es la que hace que suplantemos las diferentes opciones de alimento animal que los primitivos obtenían a través del sufrimiento de los animales, por otros que pueden obtenerse sin ninguna clase de crueldad, como los "huevos felices", es decir, huevos de granjas donde las gallinas viven atendidas con cuidado y afecto.
Dieta Evolutiva no es sinónimo de Veganismo ni Crudismo.
A pesar de que decimos que la alimentación vegana cruda debe ser el núcleo de una alimentación sana, también pensamos que existe un mínimo de alimento animal que debe ser consumido, y también que dentro de la predominancia de alimentos crudos puede existir un cierto porcentaje de comidas cocinadas que pueden aliviar la austeridad de la dieta crudista vegana.
Este artículo nos habla de lo natural que puede ser una dieta como la que propulsamos, y también hasta qué punto el caminar en contacto con la Naturaleza forma parte esencial de nuestra evolución pasada.
Cómo el hombre primitivo clavó sus dientes en una dieta balanceada
Por Lewis Smith, Reportero Ambiental
Cráneo del Paranthropus robustus, uno de cuyos dientes vemos abajo.
El análisis de ese diente demostró que esta especie tenía hábitos de alimentación variados no sólo en especies, sino también a través del tiempo.
El análisis de antiguos dientes ha permitido a los científicos construir un cuadro detallado de lo que había en el menú de los primeros seres humanos hace 1,8 millones de años.
Las trazas químicas demuestran que los primeros homínidos cambiaban sus hábitos alimenticios mes a mes, indicando un estilo de vida nómada. Los descubrimientos aumentan las posibilidades de que la especie Paranthropus robustus fuera borrada por los antepasados directos del Hombre en una batalla por la supremacía en las llanuras africanas.
Hasta ahora, la investigación en la forma de los dientes ha sugerido que el homínido se extinguió porque era incapaz de adaptarse a cambios ambientales cuando su dieta se volvió demasiado especializada. Pero el análisis de cuatro dientes Paranthropus encontrados en Swartkrans en Sudáfrica ha mostrado que, lejos de vivir en base a vegetación dura de baja calidad, la especie tenía una dieta variada.
Entre la comida que consumieron había frutas y nueces, juncos, pastos, hierbas, semillas, hojas de árboles, tubérculos y raíces. La carne pudo haber sido consumida, aunque es imposible decir si fué cazada o si era carroña. El equipo anglo americano dijo en su informe, presentado en la revista Science, que los dientes demostraron pruebas de la variedad estacional en la dieta. Había también variaciones que pueden reflejar el ciclo de precipitación anual.
Diente del Paranthropus robustus
“Esto demuestra que la variabilidad en la dieta humana ha estado ‘en la familia’ durante mucho tiempo,” dijo el Profesor Thure Cerling, de la Universidad de Utah, “Los homínidos aprovechaban las diferencias estacionales del alimento en un ambiente de sabana. No podemos decir si ellos eran carnívoros o carroñeros, pero es posible que su dieta incluyera a animales.”
Como los dientes crecen con el tiempo, los científicos fueron capaces de establecer que la dieta del individuo cambiaba. Habiendo excluido a la inhabilidad de adaptarse a nuevos alimentos como una razón de la extinción del homínido hace aproximadamente un millón de años, los científicos tienen que reexaminar las causas.
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1 comentario:
Seria genial si algun dia dejamos en paz a los pobres animales , y solo nos alimentemos de frutos de la tierra.
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